La dependencia energética de la UE obliga al bloque aumentar su seguridad en un sector estratégico. La UE consume una quinta parte de la energía mundial y es su mayor importador, sin embargo, sus reservas son escasas.
La UE necesita preservar su seguridad energética: la disponibilidad ininterrumpida de energía a un precio asequible y sostenible para el medioambiente, siguiendo las directrices de una transición energética verde.
Ante un contexto internacional cambiante, profundizado por el conflicto entre Rusia y Ucrania, la maquinaria europea ha puesto en marcha un ambicioso plan para fortalecer las fuentes de energía internas, diversificar los suministros y reducir la dependencia del gas ruso.
En 2020, el mix energético en la UE, es decir, la gama de fuentes de energía disponibles estuvo compuesto principalmente por cinco fuentes diferentes: productos derivados del petróleo (35 %), gas natural (24 %), energía renovable (17 %), energía nuclear (13 %) y combustibles fósiles sólidos (12 %).
No obstante, a nivel de producción interna, las energías renovables (41 % de la producción total de energía de la UE) fue la fuente que más contribuyó a la producción de energía primaria en el bloque en 2020. Es por ello, que acrecentar los proyectos de energías renovables es una de las prioridades del plan REPowerEU, que persigue aumentar las fuentes de energía verde del 40 % al 45 % para 2030.
Con la capacidad de ser la única energía renovable que puede usarse para cualquiera de las grandes aplicaciones energéticas, eléctrica, térmica o como carburante, los proyectos que trabajamos en energéticos como el biogás son una fuente viable para asegurar la seguridad energética. Nuestro proyecto, que tiene como finalidad el escalado de la tecnología para la producción de biogás bajo demanda con lodo de EDAR, usando como cosustrato residuo agroalimentario y purines, asegura un suministro energético fiable y es parte de la solución ante la lucha contra el cambio climático.
Según en los datos oficiales, en Europa hay cerca de 19.000 instalaciones productoras de biogás y 725 inyectan biometano a la red gasista europea. El continente atesora un gran potencial y cuenta con diversas fuentes proveedoras de sustratos.
Para poder cumplir esta meta, necesitamos desplegar proyectos como LIFE ECODIGESTION 2.0. A través de nuestro escalado de energía, uno de nuestros objetivos es el aumento de hasta un 14% en la producción de biogás con la misma cantidad de cosustrato añadido por medio de la dosificación más favorable de residuos y mezclas, manteniendo la estabilidad del sistema y aumentando la capacidad de producción. De esta manera, valorizamos los residuos que se generan creando biogás.
Desde nuestro proyecto apostamos por las energías verdes y la transición energética. Estamos convencidos del aporte de las energías renovables y la contribución de proyectos como LIFE ECODIGESTION 2.0 que impulsan la transición ecológica y aseguran la seguridad energética.